Muy pocos estadounidenses llegan a la adultez sin caries. De hecho, más del 90% de los adultos mayores de 40 han tenido caries en sus dientes permanentes. Lo que muchos adultos no saben es que el riesgo de caries nunca desaparece.
«Los empastes son más que un simple recuerdo de la infancia», dice el Dr. Ken Sutherland, cirujano y especialista dental de Delta Dental. «Los cambios asociados con la edad pueden convertir las caries en un problema en cualquier momento de la vida».
El retroceso de las encías es una causante de las caries en adultos. Ya sea por la enfermedad de las encías o debido a un cepillado demasiado intenso, el tejido de las encías puede inflamarse o dañarse y dejar expuestas las sensibles raíces de los dientes. A diferencia de la superficie de los dientes que están por arriba de la línea de la encía, las raíces no están protegidas por esmalte duro, sino que están cubiertas por un material blando llamado «cemento». Esto hace que las superficies de las raíces sean más susceptibles a los efectos de la acumulación de placa, que puede causar caries a largo plazo.
Cuando las encías retroceden y dejan expuestas las raíces de los dientes, es de especial importancia mantener una apropiada higiene oral diaria. Cepíllese suavemente por lo menos dos veces al día con una pasta dental con fluoruro, especialmente sobre la línea de la encía. Un cepillado suave funcionará y ayudará a preservar el tejido de la encía y, al mismo tiempo, reducirá las molestias causadas por la sensibilidad de las raíces expuestas. Usar hilo dental y visitar al dentista para el cuidado preventivo son dos herramientas esenciales para preservar la salud dental.
Los empastes existentes también pueden contribuir a la aparición de caries en los adultos. Como los empastes se debilitan con el tiempo, tienden a fracturarse y el sello entre el material de éstas y el diente se afloja. Las bacterias pueden agruparse en las grietas, favoreciendo la acumulación del ácido que ayuda al desarrollo de las caries. Mantener los empastes es otra forma de presevar la integridad de los dientes reparados. Su dentista puede revisar los empastes existentes para ver si están gastados y determinar si debe reemplazarlos. En algunos casos, los empastes dañados deben reemplazarse por coronas o es posible que requieran tratamiento de endodoncia que incluya canal radicular, la extracción del diente y su posterior reemplazo por un diente protésico.
«Cualquier cambio en su salud oral, como la intensificación de la sensibilidad del diente, encías inflamadas o adoloridas o empastes flojos, es en general síntoma de que algo no está bien», explica el Dr. Sutherland. Programe exámenes dentales para cuidado preventivo y no posponga consultas adicionales al dentista si experimenta cambios en su salud oral.
Información por cortesía de la Asociación de Planes de Delta Dental.